martes, 3 de septiembre de 2013

Ilusiones rotas

Y llegó el día de la visíta, el día para saber los resultados de todas las pruebas, para saber como íbamos a empezar nuestro camino, nuestro sueño. Teníamos un largo camino hacia el hospital, pero ni yo ni mi pareja hablamos del tema, yo en silencio íba pensando en que todo saldría bien y que pronto veríamos realizado nuestro sueño. Llegamos al hospital y después de un tiempo de espera nos llamaron, entramos y la primera impresión que me lleve, era que las cosas no iban tan bien como yo había imaginado. La doctora fue al grano, no se fue con rodeos, con los resultados sobre la mesa, el tema de mi chico, teníamos que hacerle una punción y analizar su semen, pero con los resultados que habían salido en la analítica, creía que no habría problema. El problema era yo, los valores de la FSH eran elevados, mi respuesta ovárica era muy deficiente a causa de la endometriosis que padecía y que lo tenía realmente mal. La doctora nos explico que con estos valores una FIV no saldría bien, me pregunto si estaba preparada para una OVODONACIÓN!. Perdone usted, que ha dicho? una ovo, una ovo que? ni se me había pasado por la cabeza el tema de la OVODONACIÓN, la doctora lo más bien que pudo al ver mi reacción me explico. Mi cabeza empezó a dar mil vueltas, ya no oía ni lo que decía la doctora, en cuestión de segundos todos mis proyectos, mi sueño se desmoronaba, las lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas sin yo poderlas contener. Como pude le dije a la doctora que no quería ir directamente a OVO, que quería darles una oportunidad a mis ovarios, la doctora nos dijo que nosotros teníamos la última palabra. Nos hizo pasar a otro despacho en el que una joven nos dio el protocolo de la medicación, nos explico como iba todo y nos dio los presupuestos de FIV I OVO. Le dije a mi chico que no quería ver el presupuesto de la OVO, que no lo quería ver!!! . El viaje de regreso a casa, fue un drama, lloré y lloré , la impotencia, el dolor,la rabia, todos estos sentimientos se mezclaban en mi mente, mi chico intentó hablar conmigo, consolarme pero yo no entraba en razón, solo me repetia porque, porque, porque ........ durante unos días no se habló del tema , yo no levantaba cabeza, al cabo de unas semanas, le dije a mi chico que no me conformaba con esta opinión, que quería concertar otra visita con otro centro.

2 comentarios:

  1. joooooooooo que palo mas garnde,pero te entiendo perfectamente,estoy igual que tu solo que tengo 28 años ahora,despues de unos cuantos luchando

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  2. me he sentido igual que tú las palabras que has dicho solo que yo tengo 24 años y estooo ufff me esta superando y bastante...

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